Las costumbres irlandesas, como las de cualquier otro país de Europa, nos pueden resultar, en algunos casos, familiares y conocidas, pero en otras ocasiones nos pueden parecer bastante extrañas.
Por ejemplo, saludar. Los irlandeses son muy sociables por lo general, y acostumbran a dar conversación a completos desconocidos. Por lo tanto, podemos encontrarnos en el autobús y que, de repente, alguien nos salude con un “Hola” o “Qué buen día hace hoy”.
Otra costumbre es la de no dar propina, por ejemplo, en la barra del bar. Aunque si estamos en un bar, sentados en una mesa, es correcto dar una propina al camarero que nos ha servido.
Ocurre lo mismo en los hoteles, podemos dejar propina al empleado que nos ayude a llevar las maletas a la habitación, pero resultaría incómodo que también dejásemos propina a la persona que nos atienda en el mostrador.
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